martes, 20 de mayo de 2014

Ejercicio del dia, mirarse al espejo





POR DIEGO ZORRERO

Si, el circuito de Concepción del Uruguay estaba recientemente terminado y algunas obras faltaban.

Si, ante la lluvia que azotó la región entre el martes y el viernes a la noche, todo se embarró muchísimo más y fue un caos tanto para los pilotos por las banquinas de la pista, como para el público por el lugar en el que se ubican.

Si, la pista no tiene muchos lugares de sobrepaso y con la configuración aerodinámica de estos autos, fue casi imposible intentarlo, porque el riesgo de perder era demasiado elevado.

Si, los Ford no alcanzan el nivel que tienen Chevrolet y Dodge. Torino es una incógnita porque son sólo tres autos de equipos de punta y en cuanto algo les sale mal, desaparece la marca entera.

Si, ya se. Estos temas le suenan conocidos. A mí también.

Que una pista nueva se inaugure “de apuro” es parte de algo que pasa muy frecuentemente. Cuando el interés por inaugurar una obra es político o económico preponderantemente, los tiempos son distintos a los del deporte.

Entonces pasa lo que pasó en Junin, en Concordia o en Concepción del Uruguay, … o en Balcarce.

El circuito de Concepción es una obra muy linda, pero se la sacó del horno antes de tiempo.

Probablemente la cantidad de lluvia que recibió en muy pocas horas, hubiera hecho un daño similar en muchas pistas. En otras como Paraná, por citar una que está en la misma provincia y padece el mismo clima con un suelo similar, quizás no. Paraná ha recibido grandes lluvias y las banquinas de la pista no han sido un problema preocupante. Claro, esas banquinas tienen años y no días. El lugar donde va la gente sí, es casi seguro que se vea muy afectado por grandes tormentas en casi todos los casos, y no sólo en Argentina debe pasar.

Entonces empiezan las preguntas: ¿Se pueden hacer pistas mejores? ¿Por qué no las hacemos? ¿Deberíamos tener menos autódromos con mayores inversiones en cada uno? ¿Por qué no los tenemos? ¿Se puede resolver este problema que ya parece crónico y permanece inalterable a pesar del paso del tiempo?

Intentemos responder usando lo que conocemos, lo que se ve. Meternos a hablar de dinero o negocios es tan relativo que perderá sustento y quedará en la nada misma.


Si, se pueden hacer pistas mejores. Cuestan mucho más dinero. Hacer un autódromo como Termas de Río Hondo o Potrero de los Funes es un emprendimiento de mucha mayor envergadura que el de extender Concordia o hacer Concepción del Uruguay. Quizás habría que poner de un lado de la balanza lo que se gana con pistas nuevas, y lo que se pierde del otro.

¿Qué se gana? Se gana una plaza para el automovilismo, se gana un motivo para un enorme ingreso turístico para la ciudad o región, se gana en posicionar un lugar a nivel nacional a partir de la sola mención de una carrera allí en los medios de comunicación.

¿Qué se pierde? Tener una mejor calidad de pistas, tener una mejor calidad de espectáculos, cuidar un poco más al público, cuidar el prestigio del automovilismo y sus categorías. Diseminar en varios escenarios los recursos que quizás podrían estar concentrados en uno solo, impide tener un gran autódromo con instalaciones superiores en general en cada región.

Hace tres años, en este mismo espacio de opinión, se publicó un artículo en el que se censaban los autódromos de Argentina, se computaban los proyectos en camino y se detallaban las pistas que habían quedado abandonadas por falta de uso.

Hay casos como General Roca, Allen y Centenario, que llegaron a tener tres autódromos en poco más de 50km. Hay casos como Posadas y Oberá que están distantes apenas 80km entre sí. O San Luís y Potrero de los Funes, menos de 20km, aunque ahí el interés es el mismo, porque ambas pistas son emprendimientos del gobierno provincial. Tanto en la Patagonia norte como en Misiones, la superposición de autódromos impidió el desarrollo de ambos y uno se comió a otro.

En Entre Ríos puede pasar algo parecido quizás. A Paraná fue menos gente este año, y muchos decían que era porque en poco tiempo habría carrera en Concordia y después en Concepción del Uruguay. Cada comunidad quiere tener su autódromo y en este caso han encontrado un gobierno provincial que quiere darles igualdad de apoyo para fomentar el turismo y la promoción de toda la provincia. Si lo miramos con ojos de automovilismo no parece razonable, pero si hacemos el ejercicio de mirarlo con los ojos de quienes viven en cada comunidad, quizás lo podamos entender.

De todos modos, hay y habrá casos que siempre nos dejarán pensando si la planificación no es la que debería regir ante cada obra nueva. En La Rioja hay un autódromo en el que se invirtió mucho dinero para ampliarlo para categorías nacionales, y ya no tiene fecha alguna en apenas tres años. Lo mismo pasa en San Martín, Mendoza, que este año no tuvo carreras nacionales después de una inversión millonaria. Viedma estuvo años casi sin actividad. Río Cuarto va camino a algo parecido. General Roca otro tanto. Bahía Blanca desapareció en el olvido. Nueve de Julio fue desafectado.

Demasiados ejemplos para preguntarnos si está bien seguir construyendo espasmódicamente. Cada vez queda más claro que son obras hechas por gobiernos, sostenidas por gobiernos y eventualmente abandonadas por gobiernos.

¿Entonces qué hacemos?

Siempre una inauguración con una carrera de TC genera enorme expectativa. Pasó en La Pampa, y pasó en Concordia y Concepción. Pasará en Alta Gracia, sin dudas. Después la cantidad de gente quizás disminuya un poco, y se asentará en valores normales.

El tema es que hace años venimos amenazando con que el público dejará de ir y el público sigue yendo. Hace años también venimos diciendo que los pilotos un día deberían plantarse y decir que no van a correr, y siguen corriendo.

Entonces, impotente, acaso un poco derrotado por la realidad, uno se pregunta… ¿Realmente le importa tanto a la gente estar mejor, o lo que le importa es pasar un fin de semana de carreras? ¿Realmente les importa a los pilotos correr en una pista mejor, o lo que les importa es correr?

Sí, hay muchos que prefieren estar mejor, y hasta quienes lo exigen, ¿Pero  son la mayoría o la minoría?

Si, de ideales estamos llenos. De buenas ideas e intenciones también. Y de discursos ni hablar. Pero vivimos en el país que vivimos, con nuestra idiosincrasia y nuestra forma de adaptarnos a lo que toque y seguir adelante.

Siempre querré un mejor automovilismo. Siempre abogaré por más seguridad. Pero a veces me pregunto si no somos un poco Quijotes quienes peleamos y reclamamos tanto.

Ah! Me olvidaba. Sí, creo que se pueden hacer pistas con curvas mejor diseñadas para generar lugares de sobrepaso. Y sí, también creo que está en desventaja reglamentaria Ford.

Igual el ejercicio de hoy es mirarnos al espejo y sincerarnos un poco más.

Diego Zorrero

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