EN RESISTENCIA, MATIAS ROSSI ha desplegado el poderío actual, en la ocasión en el TC 2000. Dueño de la pole, ganador de la serie inicial por paliza. Ahora bien, lo que acá nos ocupa es la polémica planteada la semana pasada, cuando el Turismo Carretera estuvo en Buenos Aires.
En uno de los entrenamientos oficiales, Matías se subió al Dodge de José Savino, del JP Racing también. La movida generó fastidio en pilotos y directores de equipos, ya te lo contamos. Ahora, ¿qué ha respondido el Granadero?, fue filoso, ¡enhorabuena que se diga lo que se piensa por parte de los pilotos, hábito por cierto en marcado declive.
“No le doy importancia a esos comentarios sobre la prueba que hice con el Dodge de Savino en el autódromo; sólo se trató de colaborar con la categoría, y las veces que me lo pidan lo haré, con el auto que sea, un Ford, Chevrolet, Torino. Además, sobre las vueltas que dí con el Dodge, lo hablé antes con Gustavo (Lema) y me dijo que se lo había pedido el Puma (Aventin)“.
“Lo que sí pude comprobar -afirmó- es que los Dodge andan bien, lo que les falta son buenos pilotos y buenos chasistas; se enoje quien se enoje. Le faltan buenos conjuntos. No sé en el caso de los Torino porque por ej. está el HAZ con Fontana que tienen buen potencial, lo mismo el Bebu Girolami; pero sobre los Dodge digo lo que pienso”.
Por el equipo de VA (especial desde Resistencia, Chaco)
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