lunes, 12 de septiembre de 2011

Opinión de un maestro en su día



La mirada de Carlos Alberto Legnani sobre lo sucedido en Paraná y la posterior decisión de la ACTC de retirarle la licencia a Mauro Giallombardo. “La transparencia de esta juventud que hoy brilla en el automovilismo hay que preservarla”.

“Me informaron que si ganaba Bebu entraba a la Copa de Oro, y actué como me lo indicó el corazón”, dijo Mauro Giallombardo minutos después de la finalización de la competencia de TC en Paraná, donde levantó en los metros finales y le cedió el triunfo a Néstor Girolami.

Una victoria que para Giallombardo no era una más. Iba a ser nada menos que su primer éxito en la categoría más importante del país. Y se sabe que un triunfo en Turismo Carretera es la nota máxima que se puede conseguir para recibirse de “piloto”. Una credencial única.

Sin embargo, su corazón (no la razón) le dijo que debía ayudar al amigo. Un gesto de hidalguía y generosidad. Un ejemplo de verdadera nobleza. La demostración cabal que es un joven con principios, con
códigos de vida.

La CAF de la ACTC le retiró la licencia. Creo humildemente que no es la forma de alentar a los jóvenes, sino todo lo contrario. Hemos visto muchas transgresiones a lo largo de los años que no han tenido ninguna penalidad, y en este caso puntual no se incumplió ningún reglamento.

La transparencia de esta juventud que hoy brilla en el automovilismo hay que preservarla. La moral y la ética de estos chicos son superiores a la de muchos grandes. Espero se revea esta medida por el bien del deporte.

CARLOS ALBERTO LEGNANI

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