Se quitó el amargo sabor de Malasia, con la victoria más dulce. El piloto español Fernando Alonso ganó el Gran Premio de China con superioridad. Tras no poder terminar la carrera en Sepang, capturó el primer puesto en el circuito de Shanghái.
Con autoridad y jerarquía sacó el máximo potencial de su Ferrari, y colocó a la escudería italiana en la cima. Inteligente, le sacó más de diez segundos de ventaja al escolta Raikkonen.
Partió tercero, y rápidamente encontró el segundo lugar. Hubo un trabajo milimétrico con el control y uso de los neumáticos, que dejaron al resto sin argumentos, ni oposiciones. La carrera soñada por el asturiano se dio en China.
Esta victoria borra el mal sabor del abandono en Malasia en la segunda vuelta, y le devuelve el prestigio a Ferrari en este comienzo de temporada. Al quedarse con el título, Alonso quedó tercero en el campeonato mundial.
El finlandés Kimi Raikkonen finalizó en el segundo lugar. Tuvo mala fortuna que patinó al arrancar, y en la vuelta 16 tuvo un toque con “Checo” Pérez que dejó a su Lotus dañado. El inglés Lewis Hamilton terminó tercero, tras partir delante de todos.
Fuera del podio quedó el tricampeón, y actual líder del campeonato de pilotos, el alemán Sebastian Vettel. La táctica defensiva de Red Bull no dio el resultado esperado. Vettel perdió terreno en el momento que se detuvo por tercera vez para el cambio de gomas blandas.
La labor sudamericana cerró con el brasileño Felipe Massa como el mejor, quedó sexto. El mexicano Sergio “Checo” Pérez terminó en el puesto 11 con su McLaren, y el venezolano Pastor Maldonado finalizó decimocuarto. Quién no pudo concluir la carrera fue Esteban Guitierrez (Sauber).
El Mundial es emocionante. Tres ganadores distintos en los tres GP celebrados. El circuito de Shanghái dejó a cinco campeones, sobre cinco coches distintos, en las cinco primeras posiciones. La próxima cita es en Bahréin, del 19 al 21 de abril.
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