jueves, 15 de noviembre de 2012

¿El Mouras de La Plata o Monza?


El debate en torno a la disparidad cada vez más notoria entre la evolución técnica y humana en el automovilismo nacional y el estancamiento en infraestructura de la mayoría de los autódromos, se mantiene latente.
 No es menor el asunto, ¡hablamos de seguridad! en primera medida para los que arriesgan sus vidas, los pilotos y luego para vos, como espectador, entre los que asisten a las carreras y que frecuentemente suelen padecer incomodidades que resultan inadmisibles a esta altura de las circunstancias.
El esquema que ha tomado forma en el automovilismo nacional muestra una realidad incontrastable. Han surgido nuevos autodromos en los últimos años, “de primera generación”, suelen ser calificados sin demasiado asidero, ya que más de uno solo tienen para mostrar una pista, la torre de control y el playón de boxes. Han aparecido de la mano celestial de los gobiernos provinciales, que al aportar millonadas de pesos los han dado a luz. El último ejemplo es el de La Pampa, pero antes surgieron Termas de Rio Hondo, el “Rosendo Hernández” de San Luis, el semipermanente de Potrero de los Funes, el “Centenario” de Neuquén (ya un doloroso recuerdo), Trelew
Otros, sin la bendición de la política provincial, no han tenido la misma suerte o sus conductores o administradores no supieron encauzarlos. Caben algunas honrosísimas excepciones, como el del Club de Volantes Entrerrianos en Paraná -si bien con instalaciones que ameritan una actualización- o el “Roberto Mouras” de La Plata.

La última joya de la corona en el "Mouras".
El caso del “Mouras” es emblemático, una muestra de lo que puede hacerse con capacidad de gestión. En el 2011 se hicieron 270 carreras de categorías nacionales y zonales, además de un buen número de eventos empresariales. Ahora, en ocasión de la última carrera del calendario de Turismo Carretera, se inaugurará parcialmente la última joya de la corona del “Mouras”.
Todo empezó cuatro años atrás, cuando Gastón Mazzacane corrió en Monza la Ferrari 550 del equipo del ACA en el Mundial de la FIAGT1. Su padre Hugo quedó impactado con el edificio de boxes. “Quiero uno igual para el autódromo” se ilusionó. Su hijo lo azuzó: “Tenés que hacerlo igual que éste”.


Monza, la inspiración...

Y se hizo. Las obras comenzaron en noviembre del año pasado. El nuevo edificio del “Mouras” tiene cuatro pisos, sobre una superficie cubierta de 10 mil metros cuadrados. En el primero (al estilo de los circuitos de Fórmula 1) funcionará una nueva sala de prensa (de 7000 m2 y 125 metros de largo); en el segundo (de 128 metros de largo por 16 de ancho) se destinará al hotel proyectado con 46 habitaciones, dos restaurantes y un bar; el tercero, con las mismas dimensiones que el segundo, albergará 60 espacios VIP, mientras que en el cuarto funcionarán las oficinas y las nuevas cabinas para transmisiones radiales y televisivas.


El "Mouras" de La Plata, una realidad.
¿Monza en La Plata? Eso es ya. Para el futuro, la familia Mazzacane, que gestiona el autódromo desde hace exactamente una década, piensa en construir más tribunas para el público y, ¿por qué no?, trasladar la que hoy descansa sobre los boxes a otro sector también panorámico. Tampoco sería tan extraño un rediseño del dibujo de la pista, buscando crear alguna curva más lenta que genere la posibilidad de más sobrepasos: se evaluó la posibilidad de girar en sentido contrario al actual, pero un detalle conflictivo (la velocidad a la que los autos pasarían por los boxes) hizo descartar la idea por el momento.
El resto del autódromo tiene comodidades y facilidades que no necesariamente se encuentran en otros escenarios, tanto para el público como para los protagonistas: siete baterías de baños, con agua caliente y fría; las parrillas (con leña gratuita) y el restaurante; el hospital dotado de cinco ambulancias; o la instalación de fibra óptica para solucionar el persistente problema de comunicaciones en los boxes.
Por el equipo de VA

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