Están a años luz de Casey Stoner aunque, en defensa de Valentino, hay decir que Nicky Hayden el compañero de Rossi en sus dos campañas en Ducati, tampoco subió a lo más alto del podio y, en cambio, fue renovado por un año más.
Por eso el martes 13 de noviembre más que una pesadilla debería ser un alivio para el de Tavullia. Ese día se volverá a subir a la Yamaha, aunque en este caso a una de 1.000cc, no la de 800cc que él dejó. En el equipo oficial de la fábrica japonesa se encontrará con el recién coronado campeón de MotoGP. Su táctica es ir con humildad para que la presión recaiga sobre el mallorquín. “Lorenzo está yendo fortísimo y yo seré como Márquez con Pedrosa, el número 2. Esto puede ser una ventaja en el sentido de que no tengo nada que perder. Si acabo por delante de Jorge será casi una sorpresa”, afirma.
El nueve veces campeón del mundo prefiere irse sin criticar a Ducati. “Allí estuve muy bien, me encontré a personas excepcionales. Sólo nos faltaron los resultados”.
“Dovizioso es un piloto fuerte y con experiencia, pero siempre ha pilotado una Honda o una Yamaha. Desde ese punto de vista, Iannone podría tener una ventaja pues nunca llevo una moto japonesa”, opina.
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