Vaya que la vida le está dando revancha a Javier Pizzolito. El año pasado se quedó con las ganas de correr el Dakar porque su moto se prendió fuego en el parque cerrado y ahora está siendo el mejor argentino ubicado. Pero no sólo eso porque hoy logró un resultado histórico. Terminó séptimo en la décima etapa entre Copiapó y Fiambalá y de esta manera logró el mejor resultado parcial en la legendaria carrera.
“Cuando me dijeron que había quedado séptimo no lo podía creer porque vine cuidando la moto porque el motor hervía”, contó Pizzolito, que como el resto de los competidores cruzó a la Argentina por el paso de San Francisco y tuvo que soportar mucho frío. “La sensación térmica llegó a ser de ocho grados bajo cero”, reveló.
Pizzolito quedó más que satisfecho por haber cruzado con éxito las difíciles dunas de Fiambalá, lugar que calificó como “ideal para tirar a la basura diez días de trabajo”. Tal es así que tuvo tres caídas y en una de ella se rompió un diente. “Fue justo cuando estaba tomando agua. Al caer apreté muy fuerte la bombilla del camelbag y me lo rompí”, dijo.
Gracias a esta buena actuación, el piloto de Pinamar está ahora en la 21º posición y muy cerca de conseguir su meta de arribar entre los 20 primeros. “Cada día que pasa me doy más cuenta que completar esta carrera es una verdadera proeza”, explicó Javier, que está un día más lograr su sueño.
Por Diego Durruty especial Dakar
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